¿PROHIBICIÓN O USO RESPONSABLE DEL CELULAR?

El uso del celular en el aula durante el momento de clases ha sido un problema muy recurrente y que se puede ver cotidianamente en las escuelas. Vemos como gran cantidad de alumnos no prestan atención a sus profesores por estar atendiendo a su teléfono. Son  innumerables las veces que se detiene la clase para pedir atención. Actualmente se discute mucho sobre si  deberían restringir por completo el uso  del celular en las escuelas.

Nuestra escuela IPEM 207 Eduardo Raul Requena no es ajeno a la problemática actual de los teléfonos en el aula.

Opinión de los estudiantes y docentes

Para profundizar en el tema y saber qué está pasando decidimos realizar una encuesta entre estudiantes y docentes en nuestro establecimiento.

Uno de los datos más interesantes que pudimos observar es que los profesores en un 90% está de acuerdo en que sería una medida inadecuada la prohibición total del uso del teléfono.   Esto nos pone a pensar que si bien el celular trae problemas, la solución no es la prohibición sino incorporarlo como herramienta pedagógica. Esta postura coincide con los estudiantes, ya que el 95% piensa que no sería una buena medida la prohibición total. Podemos pensar entonces que el problema no es su uso, sino cómo se usa y en qué momento. 

El celular como distracción

Podemos hablar de los distintos usos que les dan los estudiantes a sus celulares, uno de ellos es considerarlo como una distracción en clases. Los alumnos lo utilizan para subir fotos a sus redes sociales, para ver videos, enviarse mensajes de texto con sus amigos/as, lo que sea, pero sin importarles que estén en medio de clase.  Realizar estas actividades durante la clase conlleva a un lógico decaimiento en sus notas académicas. 

El celular se ha vuelto una gran distracción en el aula. La mayoría de nosotros los alumnos lo usamos en clase para mandarnos mensajes, ver videos o estar en redes sociales, aunque sabemos que deberíamos estar prestando atención. En las encuestas que hicimos, tanto estudiantes como profesores reconocen que esto pasa muy seguido. Los profesores dicen que tienen que interrumpir las clases reiteradas veces para pedirnos que guardemos nuestro celular y prestemos atención, y eso no solo nos afecta a nosotros, también les quita tiempo a ellos para enseñar. Sin embargo, no todos creen que prohibir el celular sea la mejor solución. 

La distracción de los celulares también se ve reflejada en nuestras notas. Cuando estamos más pendientes de una publicación que hicimos en una red social o de un video en TikTok que de lo que dice el profesor, es obvio que el rendimiento escolar baja. Esto es algo que casi todos los profesores piensan: limitar el uso del celular podría mejorar nuestras notas. Ellos creen que sería bueno reducir su uso, ya que ven cómo los estudiantes bajan el rendimiento en pruebas y tareas cuando están distraídos durante la clase. 

El Celular como herramienta

El celular es más que un distractor para los estudiantes, tiene su costado positivo. Es una herramienta pedagógica sumamente útil y masiva. Hoy en día gran número de alumnos cuenta con un teléfono móvil en sus manos, por lo que aprender a cómo manejarlos correctamente lo convierte en una herramienta muy beneficiosa,  ya que sin importar cuál sea la tarea, editar un video, un podcast o un folleto, esta se puede realizar con el celular.

Pero, prohibir el celular por completo no es algo que ni los estudiantes ni los profesores creen que sea lo ideal. Según nuestras encuestas  casi todos los estudiantes están en contra de una prohibición total, y solo algunos profesores la ven como una buena solución. Esto pasa porque, aunque el celular sea una distracción, también puede ser útil en ciertas situaciones dentro del aula. Por eso, tanto estudiantes como docentes prefieren regular su uso en vez de una prohibición total. 

Muchos estudiantes y profesores coinciden en que el problema no es el celular, si no el mal uso que le damos. Si desde el comienzo nos enseñaran a usar el celular de una manera más responsable, tal vez el problema de la distracción de los alumnos en clase no sería tan grande. Además, los profesores también podrían explicar bien cuándo y cómo se puede usar el celular, para que no haya confusión. 

Los celulares, además de ser una distracción, también pueden ser una herramienta muy útil para aprender. De hecho, varios profesores usan el celular de una forma pedagógica, ya sea para buscar información, recibir y enviar tareas, trabajos, o también para actividades como fotos, audios o videos. Este tipo de actividades hace que el aprendizaje sea más divertido y rápido para nosotros. 

Por ejemplo, algunos profesores nos piden usar el teléfono para buscar información sobre actividades de la clase o para resolver algunas dudas. Entonces, el celular se convierte en una herramienta que aumenta nuestro aprendizaje, si se usa de una manera correcta. 

La verdad es que casi todos los estudiantes llevamos un celular a la escuela, y no podemos ignorarlo. En vez de ver el celular como algo negativo es mejor que aprendamos a darle un uso más positivo. Muchos estudiantes dicen que el celular les permite acceder rápidamente a material de estudio y a videos que ayudan a entender temas difíciles. Aprender a usarlo de esta manera podría prepararnos mejor para el futuro, ya que las habilidades digitales son cada vez más importantes. 

Otra ventaja del celular en clase es que permite hacer actividades prácticas y colaborativas. Por ejemplo, en materias como historia o ciencias sociales, podemos usarlo para investigar en el momento sobre algún hecho que pasó o temas y debatir en clase con la información que encontramos. En este tipo de actividades el celular nos ayuda a participar más y aprender de una forma más dinámica, ya que también podemos buscar ejemplos, datos y gráficos que hagan el tema más interesante. 

Las dos caras del celular 

Las encuestas muestran que el celular cuando se usa sin control puede ser una gran distracción en clase. Sin embargo, tanto profesores como estudiantes opinan que no debería ser prohibido totalmente, sino que se regule para que se use solo en actividades que realmente nos ayuden a aprender. Todos parecen estar de acuerdo en que hace falta usarlo de manera responsable, más que una prohibición total. 

Así que, el celular tiene dos caras: puede distraer o mejorar nuestra experiencia educativa. Todo depende de cómo sea utilizado y de las reglas que haya en cada aula. Un equilibrio entre el uso pedagógico y regular su uso para cosas recreativas podría ser la mejor solución. 

En resumen, el celular en clase es un tema complicado. Nos distrae, pero también nos da varias oportunidades de aprender que antes no teníamos. En vez de prohibirlo, deberíamos aprender a aprovecharlo de forma inteligente, sabiendo cuándo y cómo usarlo en clase. 

Tal vez en el futuro el celular se va a convertir en la herramienta de aprendizaje por diferencia si logramos integrarlo bien en las actividades de las clases. Si aprendemos a usarlo bien, podríamos cambiar las clases y hacerlas mucho más interesantes y útiles.

Periodistas de 5to C Santiago Lumelli, Andrés Rodríguez, Juan Cruz Loza, Lautaro Sayavedra