Milena Luna Luque, aparte de ser estudiante en el colegio Eduardo Requena, es una boxeadora cordobesa de 16 años, que actualmente integra la selección argentina de boxeo. Conoció  este deporte con tan solo 8 años a través de su abuelo que fue boxeador en su juventud.  En la siguiente nota, te  invitamos a que conozcas acerca de la vida de Mile arriba  del ring.

 

¿Cómo decidiste empezar a boxear?

Cuando tenía ocho años me fui a vivir con mi familia a la casa de mi abuelo, que era boxeador. Yo miraba sus guantes y le preguntaba que eran esas cositas, porque yo no sabía cómo se llamaban y él me explicó que esas cositas (como yo les decía) eran guantes. Hasta que un día me dijo: “vení” (yo siempre andaba a las patadas, a los golpes, corriendo, era un varoncito) y me empezó a enseñar cómo ponerme, me dijo cómo lo tenía que hacer y a mí me encantaba todo eso, me empezó a gustar. Cuando mi abuelo estaba enfermo (sufría de un tumor cerebral) ya no podía seguir enseñándome y antes de que él falleciera lo prometí que iba a ser boxeadora. Él fue el motivo para que yo sea boxeadora.

 

En una sociedad en donde muchos ven de mal manera a las mujeres que hacen boxeo ¿Has sido criticada  en algún momento mientras lo practicabas?

SÍ, pero creo que a mí nunca me importó lo que digan las personas, porque es lo que a mí me hace bien y si a mí me hace bien no me importa. Siempre hay alguien que te dice: “cómo vas a hacer boxeo si es de varones” o a veces yo le cuento a alguien,  y te miran así como preguntándose  “¿está boxeando?, ¿esta chiquitita boxeando?”. Si vos me ves  y no sabés que soy boxeadora, ni te lo imaginas, pero creo que uno puede ser chiquitita  y gigante a la vez, el tamaño ni nada define a la persona, por eso nunca me importó.  Y más que nada porque paso mucho tiempo en el boxeo, en festivales, entrenando, así que no tengo mucho tiempo para estar con personas, o amigos  que me digan: “no te creo o no me gusta que hagas boxeo”. Aunque  siempre hay alguien que te dice que no le gusta, como mi abuela que me dice: “no la cara, que te vas a golpear”, pero igual cuando uno ama lo que hace no le importa nada.

 

 ¿Cómo es tu rutina diaria y alimentación  respecto al boxeo?

Me levanto, voy al colegio, después del colegio, llego a casa, como, salgo a las 2:00 p.m. de mi casa, voy a boxeo de las 3:00 p.m. más o menos, que es a la hora que empiezo a entrenar,  hasta las 5:30 o 6:00 p.m., depende a la hora que termine el entrenamiento. Salgo de entrenar, llego a casa y  hago las comidas,  me baño y me voy a dormir, y todo el tiempo lo mismo.

Bueno, respecto a mis comidas tengo que hacer como siete comidas al día, son un montón de comidas. A la mañana desayuno, que es un desayuno muy pesado (venís como una gorda a la escuela), el desayuno tiene que ser pesadísimo, lo más que pueda y  tomo el mate cocido con leche, siempre con leche y como pan o criollos, acompañándolo con queso, mermelada o dulce de leche y esas cosas más pesadas. Si puedo tomarme un jugo de naranja natural, lo tengo que tomar, tomo proteínas también, y bueno a la media mañana tengo que comerme una fruta o algo, siempre tengo que estar tomando agua y esas cosas, ya que para el entrenamiento tengo que estar bien hidratada. Llego a casa después del colegio y almuerzo, el desayuno y el almuerzo tienen que ser los más completos y fuertes del día. Cuando salgo de entrenar, en el transcurso del camino, como una fruta, un yogurt o un Gatorade. Llego a mi casa tomo la proteína, hago la merienda, me baño y a la noche hago la cena y como algo, pero siempre entre medio de las comidas, como una fruta o algo de eso, para subir de peso.

 

Contanos detalladamente acerca de tus peleas ¿Cuántas peleas tuviste, cómo fuiste triunfando a lo largo de tu vida arriba del ring?

Les cuento, tuve seis peleas, yo empecé a los ocho años como les conté, y  desde que tengo ocho años, desde el primer día que pisé el gimnasio, yo ya dije “quiero pelear, soy una leona, voy a ir, voy a ganar”.  Yo se siempre quise pelear, era lo que más quería, tuve que esperar hasta mis 15 años para pelear. Desde los ocho hasta los 15 me moría por pelear, era una cosa que imagínate, hasta los 15 años entrenando para pelear, porque tengo poquito peso y en 43 kg, soy la única y no consiguen de 43 kg, y las que hay están en otro lado y me conocen, y a veces no quieren pelear, porque es un lio también conseguir rivales, porque a veces no quieren o dicen que sí, y cuando les comentan que es con tal persona, te dicen: “Ah no no , porque tengo otra cosa” y a veces es solamente porque no quieren pelear.

En el 2015 me dijo mi profe: “este año sí o sí debutás”. Ese año me dieron la licencia de boxeadora, y el permiso para pelear (es un librito, donde ahí te anotan todas las peleas y eso es estar federada). Bueno ese año a fin de año, en agosto, fue mi primera pelea,  después de tanto tiempo que no se me daban las peleas.

Primer round

Cuando fui al festival de boxeo en San Luis,  peleé con Luciana Pereyra. Cuando llegué allá pesaba 42 kg, no llegaba a los 43 kg, me acuerdo que hacia frio, yo estaba muy abrigada, y con ropa 45 kg y  sin ropa 42 kg;  la chica tenía 51 kg, había muchísima diferencia de peso, era debutante también la otra chica. Entonces para poder pelear, tuve que aumentar de peso, y a la otra chica la mandaron a hacer piola, para ver cuánto bajaba de peso, y bueno a mí me dieron coca, y un montón de cosas antes de pelear, imagínate como estaba, “una gorda era”, hasta no tuve la mejor idea de ponerme todos los celulares que tenía, campera, las zapatillas, y más lo que había comido y bueno me fui a pelear y di 45. 300 kg y la chica dio 50, 800 kg nomás, creo que la chica había bajado 100 gramos nada más. Dieron el permiso para que hagamos la pelea, y yo estaba con que había esperado mucho ese momento y me decía: “Tengo que brillar, a brillar”.

La chica era de ahí, y era como muy favorita, todo el mundo la conocía, tenía mucha hinchada, entró ella y toda la gente gritaba: “Vamos Luciana, Luciana”, entré yo mi mamá y papá nomás aplaudieron. Subí a pelear y le gané por nocaut a los 45 segundos, le pegué en el hígado y no se pudo recuperar, y dieron terminada la pelea.

Segundo round

Mi segunda pelea la hice acá en Córdoba, en la Asociación de Técnicos de Boxeo, también  gané a una chica que también era de San Luis, Érica Joffre, se llamaba. Fue muy linda esa pelea, me hicieron pelear de fondo, era la pelea más importante de la noche y también le gané, estaba muy nerviosa porque estaba toda la gente que me conocía a mí, era como lo mismo cuando yo había peleado con Luciana en San Luis y todo el mundo la aplaudía a ella, esta vez había sido distinto, todos me querían ver a mí, toda la gente me aplaudía a mí, y bueno estaba muy nerviosa, pero pude con los nervios y los cuatro round los llevé bien y le gané muy bien a la chica, la dejé sin aire y todo, pero ella se mantenía en pie  y siguió,  fue la enana más genial con la que peleé porque se la re aguantó la enana y esa pesaba 43 kg, la única de mi peso con la que peleé fue ella y se la re aguantó.

Tercer round

Mi tercer pelea la hice en el campeonato con Aylen Arias, yo iba a pelear con ella, iba a debutar con ella, pero ella como tenía 14 años y yo 15, por una diferencia de unos meses no nos dejaban pelear. Siempre, desde que se me empezó a conocer a mí en el boxeo, querían que yo peleara con ella. Mi papa decía; “Es muy buena la chica, muy buena es”. Todo el mundo hablaba, decían que era muy buena, y yo siempre mantenía mi postura y decía yo también soy muy buena y si estoy bien le puedo ganar a ella o a la que me pongan al frente. Todos me tenían mucha fe y fui al campeonato y la vi ella y me puse algo nerviosa, hicieron el pesaje y ella es un poquito más pesada que yo, ella  pesaba 44, 45 kg. Después de eso empezaron a dar a todos una conferencia y esta noche pelea “Milena Luque con Aylen Arias”. Esa noche era la única pelea del campeonato, porque éramos las únicas de ese peso y le gané por nocaut en el segundo round,  estuvo muy buena también la pelea, le pegué en el hígado y devolvió y no se pudo recuperar, así que le frenaron la pelea.

Cuarto round

Mi cuarta pelea, también fue en el campeonato, con una chica que le dicen “La Pochita Brizuela”,  es campeona de 46 kg. El mismo día que peleé yo, peleó ella con otra chica que se llama Aixa y le ganó por nocaut en el tercer round,  no la pude ver pelear. Ella era el “tope final”,  si yo le lograba ganar a ella, todos dirían “es muy buena la Milena”. Es muy buena la chica esa,  muy prolija, muy talentosa, muy bien pelea, ella era como muy boxeadora profesional, tiene un estilo perfecto. Y bueno, la vimos al día siguiente, descansé y al tercer día que fui al campeonato, tuve que pelear con ella y la pasé por encima, le gane muy bien, por  “Decisión Unánime”, me dieron los 3 rounds ganados a mí y me consagré DOBLE CAMPEONA de la medalla de ORO  en el campeonato. Fue una experiencia muy linda porque nadie me tenía fe, pero bueno, gracias a haberle ganado a esas dos chicas y haber demostrado mi nivel boxístico, me llamaron para la selección argentina.

Quinto round

Mi quinta pelea la hice en La Rioja con una chica de 50 kg, que tenía 18 años, ella la favorita de ahí, cuando entré yo nadie me aplaudió, en cambio a ella le gritaban todos, y le gané por “Decisión Unánime”.

Sexto round

Mi sexta pelea la hice acá en Córdoba con una chica de Mendoza que peleó con “La Pochita Brizuela”, (la chica que le gané en el campeonato), y vino a pelear conmigo, y le gané por “Decisión Unánime”,   la dejé sin aire y la chica siguió, pero no tiró nada de manos,  fue muy buena la pelea.

 

¿Qué pensás que diría tu abuelo al cumplir con lo que le habías prometido de ser boxeadora?

Yo creo que mi abuelo estaría orgulloso de mí, muy orgulloso.  Me hubiera encantado que él esté y ver todo lo que logré hasta ahora, ya que es él el que siempre me hace seguir adelante, cuando yo digo: “ya está”,  como cualquier deportista que un día  puede decir que está cansado, yo tengo esa estrella, ese ángel que es mi abuelo, que me empuja a que siga. Y que la nieta esté triunfando, haciendo lo que le prometí, eso es lo más lindo. Creo que estaría muy orgulloso, y espero que sea así, aunque él no este acá, siempre va a ser parte de mi cábala (tengo una cábala antes de pelear, tengo una foto de él y una foto de mi tío, el hermano de mi mamá que también era boxeador).  Y  la foto de mi abuelo está escrita atrás, la escribí cuando era chiquita,  es una cábala para cuando yo peleo,  eso siempre está guardado.  Antes de pelear la leo, es mi cábala, siempre lo hago, siempre me acompaña, por eso aunque no lo veo,  yo sé que mi abuelo siempre está ahí.

Me enorgullece tener esta misma locura, esta misma pasión, me da orgullo que él me haya transmitido eso, porque es lo que ahora me saca del pozo siempre, es lo que amo y lo que me gusta hacer, es todo para mí, yo creo que es primero el boxeo y después mi vida. Es muy lindo porque uno cuando ama lo que hace  puede superarse, sabés que podes ser mejor, sabés que podés superarte.  Creo que eso es lo mejor que me pudo haber hecho mi abuelo,  transmitirme esa locura por el boxeo.

 

¿Qué piensa tu familia de todo esto que estas logrando?

Mi papá está muy orgulloso de mí, de lo que estoy logrando, y me acompaña siempre en todo y mi mamá también,  mis hermanos, obvio que también. Y tengo primos, tíos, tías que siempre están ahí escribiéndome, preguntándome, cómo va todo, si estoy bien, me apoyan. Como también hay gente del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), que es de la selección argentina, que también me apoyan muchísimo; y mis profesores, mis compañeros y un montón de gente que siempre están apoyándome.

-¿Qué le dirías a las chicas que les gusta  este deporte pero  que no se animan a practicarlo por miedo a lo que le digan los demás?   

-Que lo hagan, porque si a uno le hace bien, lo tiene que hacer, aunque piensen lo que piensen. El boxeo es algo lindo, es un estilo de vida que te ayuda en un montón de cosas. Les diría que se  acerquen, que lo hagan, porque nada es imposible.

 

Periodistas: 5B TM: Evelin Rivadero-Lorena Palacio-Jairo Farías-Carla Rodríguez