El lunes 23 de octubre nos visitó “Tacurú teatro”, un grupo interdisciplinario formado por científicos, comunicadores y actores que buscan acercar la ciencia a la sociedad a través del arte. Presentaron “El placer de ser hormiga”, obra de teatro científica que aborda desde una perspectiva neurocientífica cómo nuestro cerebro procesa el placer, el amor e incluso el uso de sustancias psicoactivas.

Entre túneles y circuitos, las hormigas elaboran un plan para conquistar a los humanos: estudiar el cerebro de los enamorados. Mientras buscan la salida del hormiguero, donde hubo un derrumbe, se ven enredados en historias de amor, poder y sustancias.

A través del arte, los alumnos de cuarto, quinto y sexto año, pudieron hacerse preguntas, responderlas y plantearse nuevos interrogantes para trabajar en el aula.

¿El amor es como una droga? ¿Qué es el circuito de recompensa que nos hacer querer hacer algo una y otra vez? ¿Qué es el placer? ¿Las drogas son peligrosas? ¿El amor está el corazón, en el cerebro o en los intestinos? ¿Qué son los endocanabinoides y opioides endógenos? ¿Tienen algo en común, el placer, el amor y las drogas?

El desarrollo de la ciencia depende de la continuidad y el apoyo del gobierno. Es muy importante que la ciencia llegue a todos los sectores de la sociedad, sobre todo a la escuela, por eso la comunicación científica es una herramienta valiosa, “la Ciencia que no se transmite, no es Ciencia”. La ciencia está en todo, la necesitamos para vivir, nos hace libres y desarrolla nuestro pensamiento crítico.

Profesora Sabrina Oberhofer