Travesía en el Suquía

El martes 13 de enero de 1998, dos hombres y un perrito se embarcaron en una aventura, que comenzaba en el Rio Suquía y su destino era La Laguna Mar Chiquita, ellos partieron con un bidón de agua, una bolsa de pan y  un par  de colchas. Con esas pocas cosas y mucha ilusión se despidieron de sus familias y amigos, en el trayecto una tosca rompió el bote y por eso pasaron 4 días hasta que los encontraron. Uno de ellos, era Edgar Sánchez de 47 años . En esos años era un joven  de 26 años, recién casado, estaba a punto de ser papá, ya que su mujer, Verónica de 43 años tenía un embarazo de siete meses. El otro su compañero de sueño era su cuñado Julio Heredia  ambos aquella mañana, sin considerar los designios del viejo dicho popular que reza que “en martes trece no te caces ni te embarques” y con la complicidad del viejo Sequía se lanzaron a la aventura.

Para conocer mejor la historia entrevistamos a Edgar uno de los aventureros y vecino de nuestro barrio:

¿Cómo surgió la idea de la embarcación?

 Hola, bueno la idea fue de un cuñado mío. Un día vino a mi casa a comentarme que él quería irse en bote de acá de córdoba del Vado Sargento Cabral hasta Mar Chiquita. Y bueno me convenció.

 ¿Cree que lo sucedido con el bote es por el  famoso “Martes 13”?

 No, no, porque nosotros recién nos enteramos en ese momento que era “Martes 13”, nos enteramos por la gente que se acercaba a donde estábamos nosotros, en el Vado Sargento Cabral. Pero lo mismo fuimos.

 ¿A medida que iban yendo la gente los ayudaba?

 Si, la gente nos ayudo mucho. La gente se acercaba y te quería dar cosas. Incluso una gente a la orilla del rio, nos presto una cama para que descasemos una noche en la casa.

 ¿Cómo fue la travesía?

 Y bueno fue muy sacrificado, fueron casi 4 días que estuvimos en el agua.

 ¿Volvería a embarcarse?

  Si pudiera sí. Pero ya ha esta edad uno no puede, por que hay que tener buen estado físico, estar bien de salud.

 ¿Cuándo volvieron como fue el recibimiento?

  Fue muy lindo, muy lindo por que había muchísima gente, estabas las  autoridades de ahí de la zona. Parientes, muy lindo todo.

 

CRÓNICA: AVENTUREROS DEL SUQUÍA

En enero de 1998, dos personas se preparaban para embarcarse un Martes 13 hacia la laguna Mar Chiquita en bote por el Suquía. Edgar Sánchez, 26 años y su cuñado Julio Cesar Heredia de 38 años en ese entonces, partieron sin temerle al famoso Martes 13 “No te cases, ni te embarques”.

En la parte trasera de su bote llevaban un bidón de agua, una bolsa de consorcio con pan francés y un par de colchas, también iba “Pitito”, un perro de raza imprecisa. Con esas poquitas cosas y mucha ilusión, Heredia se despidió con un beso de su mujer y sus hijos, lo mismo hizo Edgar con su esposa Verónica, quien llevaba un embarazo de siete lunas.

Ya comenzado el viaje, como a las 10 am los vieron pasar los operarios de una cantera de áridos en camino a Chacra de la Merced, a una velocidad de 5 km/h. Uno remaba mientras otro encausaba el bote ayudándose con una caña de Tacuara, a la altura del Paraje Corazón de María, “Pitito” iba atado porque se quería tirar al agua no se sabe si con ganas de desertar o de refrescarse un poco y Julio sacaba agua con un tarrito porque una tosca había averiado levemente el piso de la embarcación. Antes de perderse en un vértice del curso hídrico se escucho nuevamente la consigna, “Si nos dejamos llevar por la corriente, llegaremos a la laguna”.

“¿Qué hacen dos tipos con salvavidas y ropa interior a la orilla del Río Suquía?” Se preguntaban los periodistas del diario La Voz. Eran las 7 pm del viernes 16 de enero y, mientras los reporteros se  acercaban en la lancha, el par de personajes parece no verlos a pesar de que ya estaban a 5 metros del bote donde Pitito ladraba con la mirada perdida, borracho de navegar 4 días seguidos.

La cara de Edgar, y Julio, coloradas e hinchadas por el violento sol de la última semana, caras que ya se habían hecho conocidas el pasado Martes 13, día que decidieron embarcarse, con el propósito de dejarse llevar por la corriente del Río Suquía para desembocar 150 km más adelante en la laguna.

Aquel 16 de enero habían sonreído como dos niños frente a las cámaras y los flashes de los fotógrafos, saludando con una mano en alto, mientras avanzaban entre las bolsas y papeles sucios arrastrados por la corriente del Río. Un periodista dijo: “En ese momento estaban ahí, peleando contra una lata de picadillo que se resistía, y cuando estábamos a un metro de ellos, el fotógrafo gatilló para inmortalizarlos como los primeros héroes cordobeses del ´98”.

Aquel 16 de enero habían sonreído como dos niños frente a las cámaras y los flashes de los fotógrafos, saludando con una mano en alto, mientras avanzaban entre las bolsas y papeles sucios arrastrados por la corriente del Río.

No doy ma´, ´toy harto, me quiero volver ya, fueron las primeras palabras de uno de ellos. Claudio, uno de los periodistas les ofreció atar el bote a la lancha para llevarlos al camping municipal, donde se los esperaba con un asado. Pero sin que respondan una palabra, los vieron que se pusieron los pantalones y se subieron al bote con el perro. “Justo ahora que estamos aprendiendo a remar vamos a perdernos de llegar a la laguna por nuestro propios medios” escucharon que alcanza a decir uno de ellos.

Una vez en el mar cordobés, los viajeros se acostaron en el bote sin fuerzas para hacer nada más, a partir de acá,  dijeron  que el mundo haga con nosotros lo que quiera. Atados a la lancha los remolcaron hasta el camping donde el Intendente José Bolatti los recibió, les dio la mano y los felicito.

“No veo la hora de estar en mi cama”, dice uno de ellos.

“No le aconsejo a nadie que pase por esto”, dice el otro.

No son precisamente las palabras que se esperaban de dos héroes. Pero son las que ellos dijeron apenas pisaron tierra, escaparon presurosos de la laguna, no sea cosa que tengan que volver a subirse al bote, ni siquiera  para la foto.

    Periodistas:  Encarnación Nicolas; Sanchez Brenda; Sanchez Mailen; Soria Serena

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *