LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA EN CÓRDOBA

LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA EN CÓRDOBA

“Sostener el derecho a la educación superior en todo el proceso, sin sacrificar la calidad académica”, es el gran desafío que preocupa a las autoridades del Rectorado.

Un análisis de la universidad estatal argentina esconde un fenómeno sumamente complejo, que merece un abordaje histórico y social.

En 1889, según datos de la Oficina de Rectorado, la matrícula universitaria argentina era muy elitista (accedían tres estudiantes cada 10 mil habitantes) y seguiría así a principios del siglo 20, con casi un estudiante por mil habitantes.

Con la Reforma Universitaria de 1918, la universidad asume la democratización. Hacia 1950 el acceso se multiplica 27 veces y la población cuatro veces, con lo que se hace posible el sueño universitario de muchas familias argentinas de clase media.

A partir de 1945, se registra una mayor expansión universitaria y, desde mediados de la década de 1950, la creación de las primeras universidades privadas con títulos habilitantes.

En 2001, la matrícula universitaria estatal crecía 16 veces respecto de 1950, y la población, dos veces. En 2015, se llegó a 34 estudiantes cada mil habitantes, muchos de ellos daban sus pasos por primera vez.

Con la masificación, algunas familias comienzan a optar por las universidades privadas, que pasan de 2.480 estudiantes en 1960 a 411.483 en 2015. Uno de cada cinco estudiantes universitarios en 2015 asistía a privadas.

Los habitantes de mayores ingresos comienzan a optar por las universidades privadas, mientras que las universidades estatales comienzan a recibir nuevos integrantes de clases media y popular.

El crecimiento en el egreso del secundario promovió el acceso a la universidad, pero este fenómeno no implicó un sostenimiento en la calidad de la formación académica del estudiantado

Esta situación se refleja en la gran preocupación por parte de los docentes e investigadores por la deserción y el desgranamiento del estudiantado, sobre todo en primer año, y el diseño de estrategias de fortalecimiento y sostenimiento de los alumnos, en particular para los más vulnerables.

La situación para la universidad estatal en Argentina es compleja; se incorporan nuevas familias de clase media y baja. Al aumentar su cantidad, el presupuesto calculado por alumno baja de modo considerable.

En este marco, el desafío para la universidad estatal argentina es doble: sostener el derecho a la educación superior en todo el proceso, sin sacrificar la calidad académica.

Para profundizar en el tema, el contador Marcelo Sánchez, Secretario de Gestión Institucional de la UNC y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas nos brindó su opinión al respecto.

 ¿Qué opina sobre el funcionamiento del sistema educativo?

En general te diría que el sistema universitario es fundamental para el desarrollo del país. Entonces, debería efectivamente invertirse importantes sumas de dinero en la educación a los efectos de poder volcar esos conocimientos que se generan en una universidad para solucionar los problemas de la gente; para apoyar mejoras en la calidad de vida de la sociedad y, con eso devolverle a la sociedad, lo que la sociedad, pone a través de los impuestos que financian las universidades.

Creo que nos hace falta avanzar en muchas cosas; en eficiencia  y utilizar mucho más la tecnología en los efectos de poder  llegar a más gente. Yo no comparto,  muchas veces, lo que se hace en el sistema universitario de  generar la misma carrera dándola en espacios cercanos porque eso es  financiar ineficientemente. Desde mi punto de vista,  hay más estructuras para financiar las mismas carreras que se dan a 100 km. Entonces, no hay, en ese sentido, no ha existido en el sistema universitario, una planificación de lo que es el desarrollo del mismo.

Ahora se han puesto en funcionamiento los que se llaman “los centros de planificación de la  educación superior” y que un poco tienden a mejorar la eficiencia de los recursos que se asignan a la educación superior regionalmente.

¿Cómo evalúa la articulación entre nivel secundario y nivel superior?

Yo creo que los distintos niveles del sistema de educación del país tienen poca articulación, pero al mismo tiempo muchas veces se dice “bueno, ¿por qué vamos a poner tanta plata en la educación superior si muchos de los otros niveles no alcanzan a terminar?”, crece un dilema que debería trabajarse y solucionar porque el conocimiento es la base del desarrollo

¿Qué cantidad de los inscriptos desde primer año hasta el final egresan?

Hay algunos indicadores que dicen que esta alrededor de entre el  10%  y el 15% de los que se matriculan para ingresar. El problema existe  al comparar la eficiencia en cuanto a lo que son las universidades privadas y las universidades públicas. En las públicas,  a su vez hay  gente que se anota en distintas carreras porque no sabe qué va a seguir. Nosotros consideramos a esa persona, si se anotó en tres carreras como tres personas.

 El sistema todavía no lo está considerando como solo una persona  que en realidad se anotó en tres, pero siguió en esta y terminó; para nosotros, en estas dos es desertora. Entonces los indicadores no están del todo tirando cifras correctas. Hay que trabajar para mejorar esos indicadores, pero en esencia, sí hay una falencia fuerte del primario, sí hay una falencia fuerte del secundario, en el nivel de educación que alcanza el promedio de la población. Entonces, hay muchos inconvenientes para la gente que no tiene muchos recursos necesarios para poder avanzar en la educación

¿Qué programas de apoyo hay para los estudiantes?

Hay programas de orientación vocacional para que puedan elegir la carrera por la que efectivamente tiene una vocación mayor, y a su vez hay becas para poder apoyar a la gente con menos recursos, está el Comedor Universitario en el que la beca es del 100%, porque se cobra una tarifa del comedor de $4 para los estudiantes.

¿Hay políticas internas para disminuirla deserción de los estudiantes?

Sí, la universidad hace mucho tiempo está pensando en el tema de la deserción. Implementó los ciclos de nivelación que tienen que ver con  tratar de darle conocimientos mínimos en materias básicas de cada una de las carreras a los ingresantes, a los efectos de que puedan estar preparados en un nivel más o menos parejo. A veces se logra y a veces no, y se está estudiando el cómo.

¿Qué fondos se destinan para las universidades?

Y el sistema universitario nacional tiene un financiamiento de 100 mil millones de pesos, el presupuesto para el año que viene está rondando los 121 mil millones de pesos. Creo que podemos hacer más cosas para hacerlo más productivo, creo que los desafíos en términos del estado en general, no solo del gobierno nacional y los gobiernos provinciales y municipales,  es cómo hacemos que el gasto que tenemos en algunas áreas sea más productivo, que generemos más con el mismo gasto.

¿Es suficiente el presupuesto destinado para los gastos?

En 2017 hubo un incremento del 100 por 100 en las universidades, por lo menos eso es lo que recibimos para gastos nosotros. Respecto en lo que fue el primer presupuesto que armó el actual gobierno, para este año tuvimos un incremento para gasto del 5%, entonces se puede decir que entre los dos años hemos recibido más que la inflación, teníamos algunos atrasos, sí, hay algunos gastos como el tema de la energía y ese tipo de cosas que representan un valor alto y no aumenta con la misma proporción que nos aumentan los ingresos. Te diría como dice el rector: “con la misma plata que tenemos podemos y debemos hacer más y mejores cosas”.

Entonces te diría que la inversión en ciencia y tecnología debería ser mayor pero a su vez nosotros deberíamos mejorar, también, como gastamos y entre todos.

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