HOMENAJE A LOS PIONEROS QUE NOS MARCARON

 

Recordamos a ex profesores que han dejado huellas al pasar por la institución. El preceptor Julio García, las profesoras Silvia Buffa y Mercedes Mandile les han realizado cartas recordando la amistad y los momentos compartidos con ellos, tanto en lo personal como en lo laboral.

Corazones encontrados

La Profesora Graciela Della Schiava comenzó su profesión docente en el IPEM N° 207 Eduardo Raúl Requena en el año 1990 hasta el año 2006.
En el año 2008 se legitimó la imposición de su nombre a la actual “Sala de Profesores”.
Grace era una persona con convicciones claras. Sus palabras coherentes con su actitud. Su “Ser” era un claro espejo de sus valores y principios. Una profesional responsable y comprometida. Su principal premisa era cumplir en sentido amplio los objetivos que la educación requiere, teniendo en cuenta siempre la “integridad del alumno”; del mismo modo se relacionaba con el resto de sus compañeros, quienes siempre la admiraron y respetaron mucho.
Con respecto a sus actividades fuera de la escuela, podría decir que era una mujer muy habilidosa e inteligente, lo que se proponía, lo lograba… Se perfeccionaba constantemente, le gustaba la pintura, coser, y todo lo relacionado con el arte.
En realidad, nuestra relación fue´ más allá de la vida profesional… La escuela fue nuestro “Encuentro”; pero no paso´ mucho tiempo en trasladarse ese “Encuentro Laboral” en un ¡¡¡“Encuentro de Corazones”!!! Traducido en una hermosa ¡¡¡AMISTAD!!! En la que compartíamos charlas extensas, un café, un evento familiar, entre otros…
Recuerdo un año lectivo, teníamos a cargo la realización del acto del “Día de la Bandera”, decidimos regalarle a la institución una Gran Bandera, y tomando un café después de haberla comprado muy felices de este logro, nos prometimos hacer un Viaje Soñado Juntas!!! Inglaterra!!! Sin embargo, la vida muy pronto nos sorprendió CON SU VUELO AL CIELO… Grace! YOU WILL BE IN MY HEART FOR EVER AND EVER!

Profesora: Mercedes Mandile

Pasión por la literatura

El profesor Hugo Arrascaeta se desempeñó como profesor de Lengua y Literatura de nuestra escuela desde los comienzos de la institución hasta el día de su jubilación.
Casado con Carmen Malanca, hija del famoso pintor José Malanca, con quien tuvo cuatro hijos. Vivió en barrio San Vicente.
Fue el creador de nuestro escudo, incorporándole cada detalle con un significado y dibujó a mano alzada el retrato de Eduardo Raúl Requena, que nos acompaña desde siempre, copiándolo de una fotografía a la perfección.
Fue un docente carismático amante de la literatura y especialmente de la poesía que motivaba a sus alumnos a gozar del placer por la lectura.
Un ser bondadoso, humilde, honrado, generoso, buen compañero.

Profesora: Silvia Buffa

Las huellas de la humildad

Liliana Roxana Reinaga era una gran persona, una gran compañera y una gran docente.
Siempre estuvo capacitándose para estar bien informada y dar lo mejor como docente. No le interesaba donde estuvieran ubicadas las escuelas para ir a dar clase, tenía siempre un gran compañero que la llevaba a dar clase a esas escuelas pequeñas que recién se iniciaban, pero que ella amaba con todo su corazón porque era una persona muy responsable y con un inmenso sentido de la ética profesional, con gran sentido de pertenencia a las instituciones. Siempre estaba innovando en sus clases, hacía participar a los alumnos, los escuchaba, los aconsejaba, y los acompañaba en todo proyecto que significara para ellos un logro más en su camino de formación como estudiantes y personas. Siempre estaba pensando cuándo era tu cumpleaños, buscaba rescatar lo mejor de cada persona. Tenía un humor y una chispa de vida que nos alegraba a todos en los momentos buenos. Pero también era una fiel compañera en los momentos difíciles de la vida. Recuerdo que fue ella la primera en llegar al Sanatorio Parque de B° San Vicente cuando mi padre sufrió el ACV para apoyarme. También fue una gran visionaria, fue ella la que me acompañó a abrir mi legajo para entrar en la docencia, y quien me sugirió en qué escuela anotarme; así fue como después de dos años de espera pude tomar mi primer cargo de preceptor en la Escuela de Artes Aplicadas Lino Enea Spilimbergo. Después de cinco años el destino hizo que fuéramos compañeros en la escuela IPEM 167 “José Manuel Estrada”, ella como profesora de Mecanografía, y yo como preceptor. Fue por sugerencia de ella que me anoté en la Escuela de Comercio de barrio Ituzaingó, anexo de la Escuela Granadero Márquez. Allí primero trabajé como preceptor suplente, hasta que un día pude tomar el cargo de preceptor del turno de la tarde. Recuerdo unas palabras de Liliana que me llegaron al corazón: “Julio hemos orado mucho para que tomaras este cargo”, desde que trabajé por primera vez en esta institución sentí un gran sentido de pertenencia y compromiso. Pero Liliana iba por más, siempre me decía: “tenés que ser profesor de Matemáticas porque ese es tu horizonte de vida”. Por todo esto, Liliana, quiero agradecerte tus sabias palabras y consejos, no te equivocaste al decir que mi camino era la docencia. Y como vos me mostraste lo que es ser un buen docente, hoy se puede decir que trato de seguir tus pasos y enseñanzas. Sé que en el lugar que te encuentres en el infinito del universo y la creación, debes sentirte muy contenta de que hoy en día tus deseos se hayan hecho realidad, porque ser docente es lo mejor que me pudo pasar en la vida. Simplemente gracias Lili.

Profesor: Julio Cesar García

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