LA MAGIA DEL REQUENA CULTURAL

La profesora Silvia Buffa nos relató cómo surgió el evento cultural más importante de nuestra institución. Comenzó como un proyecto chiquito, como una motivación y un deseo personal que Silvia quería compartir con toda la comunidad educativa: hacer visible y cercana la poesía para los chicos. Su deseo con el tiempo se hizo inmenso, colectivo, sumó espacios, personas y lenguajes.

Silvia se encuentra en la escuela desde el primero de abril de 1990. Casi 10 años des­pués en el año 2000 nació el Encuentro Requena Cultural. Silvia conocía a un grupo de escritores llamado AMA (América Madre) con sede en Santa María de Punilla. Comen­zó a participar de sus actividades y vislumbró en ellos personas verdaderamente especiales: “gente con muchas ganas de transmitir y de compartir el valor de la palabra”. Silvia se decía a sí misma: “esto lo tengo que llevar a mi escuela”. Estaba convencida de que los chicos tienen que “vivir el valor que tiene la palabra, y poder darse cuenta de lo que trasmite una palabra”. A partir de esa inquietud, comentó con los directivos la idea. Quería llevar a la escuela un grupo de escritores para que compartieran con los chicos y vieran que “no son nada más que personas de carne y hueso, igual que ellos y que también se dieran cuenta que cualquiera puede escribir, que no son estrellas que están allá arriba en un mundo irreal, sino que son personas iguales que ellos y que pudieran tener ese contacto, lo que en AMA le llaman literatura viva”.

Le interesaba que pudieran compartir una mañana, un café, una jornada, que los mismos alumnos pudieran preguntarles a los escritores lo que ellos quisieran, que pudieran tener contacto con el escritor y darse cuenta de que cada uno de los jóvenes podían ser escritores, que cada uno tiene “dentro un escritor en potencia”. Muchos alumnos escribían “en silen­cio, sin decirle a nadie, sin mostrarle nada a nadie”, entonces ella buscó cómo potenciar eso. A los a los directivos les gustó mucho la idea y comenzó así a caminar este proyectito. Todo comenzó a rodar en abril del 2000. Pusieron la idea en común con los profes y todos dijeron que sí, se comprometieron y cada uno aportó algo.

La locomotora y sus vagones

Silvia recordó que aquel Requena Cultural co­menzó como: “un tren con una locomotora y esa locomotora comenzó andando y a su vez se fueron sumando varios vagones, el vagón de música, el de plástica, el de inglés, el de co­municación y así se fue poniendo en marcha, un tren que llegó a octubre con mucha fuerza, con mucha potencia, como nunca me hubiese imaginado”. El proceso de trabajo fue inten­so y se hizo de manera colaborativa, toda la escuela fue sumándose y salió algo artístico “realmente maravilloso”.

Silvia está convencida de que en la escuela hay un potencial inmenso, siempre hubo personas creativas dispuestas a aportar ideas. Nunca se sintió sola. El Requena Cultural es lo que es gracias a sus compañeros, desde los directivos hasta el personal de limpieza, los alumnos por supuesto. Al respecto, considera: “Hasta es más emocionante el día anterior al Requena Cultural que el mismo día del evento, porque es hermoso ver como todo el mundo traba­ja en la previa para que el día del Encuentro todo sea maravilloso”

A nivel profesional Silvia considera que el Requena Cultural fue su objetivo mejor cumplido. Por otro lado, tiene la misión de hacer que los alumnos salgan de la institución como “hombres y mujeres de bien”. Requena Cultural cubre muchas de esas expectativas, ya que se pone en juego el compañerismo, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la soli­daridad.

Con una voz triste la docente expresa que le quedan dos años para irse del colegio, ya que está próxima a jubilarse. Espera que sus com­pañeros y los estudiantes lleven la bandera del Requena Cultural por siempre. “El trabajo es mucho pero la satisfacción siempre es mayor” concluyó.

Periodista de quinto A TM: Braian Melo